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No solamente es el órgano más extenso de nuestro cuerpo, la piel cumple la función de proteger al organismo de factores externos como bacterias, sustancias químicas y diferentes temperaturas.

Si bien es importante cuidar nuestra piel durante todo el año, en los meses de verano es cuando el cuidado debe volverse más riguroso.  En esta época del año, estamos expuestos a índices más altos de radiación solar, por lo que necesitamos darle un plus de hidratación, cuidado y protección.

Por eso, te queremos contar 5 consejos para tener una piel saludable, también en el verano.

1. Limpieza e hidratación de la piel 

Es fundamental, sobre todo en la temporada de altas temperaturas, la limpieza diaria de la piel con productos que eliminen la suciedad sin alterar el manto ácido de nuestra dermis. La higiene en verano es fundamental para prevenir infecciones, eritemas e incluso la deshidratación.

Por eso también es conveniente aplicar cremas hidratantes sobre todo nuestro cuerpo para proteger la superficie cutánea. Debemos prestar especial atención a las zonas más secas, como talones, codos y rodillas.

2. Protección solar diaria

Uno de los principales errores que cometemos en el verano es aplicar protector solar solamente si vamos a la playa o a tomar sol a una pileta. Pero es importante saber que la radiación solar nos alcanza en cualquier zona del exterior y aunque llevemos ropa puesta. Entonces siempre debemos implementar a nuestra rutina de cuidado corporal y facial el uso de protectores o bloqueadores solares, siempre de factor 50 y renovarlos cada 2 horas.

El uso de filtros solares protege a las zonas expuestas, previene las quemaduras y, a largo plazo, la aparición de lesiones de piel (entre ellas, melanomas).

3. Mucha agua

Otro factor que tenemos que tener en cuenta, es que la hidratación de la piel debe realizarse tanto por fuera como por dentro. Durante el verano, nuestro cuerpo pierde agua debido a las temperaturas elevadas y es necesario reponer esa pérdida. La falta de agua en el cuerpo puede producir envejecimiento prematuro y sequedad en la piel. Entonces, para mantener nuestra piel bien hidratada debemos beber mucha agua, al menos unos 2 litros diarios.

4. Alimentación

Si bien debemos comer de todo, es cierto que incluir a nuestra dieta de verano determinados alimentos favorecen a la hidratación del organismo y, por tanto, de la piel.

Para cuidar tu piel en verano consume frutas, verduras y alimentos ricos en antioxidantes, como pollo, pescados, huevo, garbanzo, soja, trigo, quinua, entre otros, ya que ayudan a prevenir la degeneración celular y estimulan el flujo sanguíneo de la piel.

5. Tratamientos estéticos

Por último, existen tratamientos estéticos que podemos aplicar en verano y que ayudan a mejorar la hidratación y el aspecto de la dermis.

Incluso en verano, podemos aprovechar para hacer higienes faciales y renovación dermoepidérmica realizando microdermoabrasión con equipamientos de punta de diamantes y combinarlo con paleta ultrasónica como Micropeel. 

También podemos hacer tratamientos para favorecer el tensado cutáneo y la mejora de flacidez con efecto lifting inmediato el cual lo logramos gracias a la aplicación de Crioradiofrecuencia con Crio Fraxis. 

Por último, podemos reforzar el tono de nuestra piel desde la profundidad a la superficie abarcando todo los tejidos aplicando ultrasonido focalizado de alta intensidad con HIFU.